En Uruguay

En general se desconoce  el gran número de ongs que trabajan en nuestro país, así como la cantidad de personas que estas involucran, entre voluntarios y beneficiarios. No existen datos exactos sobre cuantas son. Un informe del BID  en el año 2002 llego a contabilizar 5.200 instituciones no gubernamentales en Uruguay, de este total, 650 se dedican a trabajar con la infancia con un voluntariado de 7000 personas.

Si bien en algunos casos se sabe sobre los trabajos realizados por estas instituciones, como en comedores de barrios o centros de apoyo escolar, no es de conocimiento público quién organiza las actividades ni como funcionan. En su mayoría  tiene el carácter no gubernamental, aunque en algunos  casos trabajan en forma conjunta con el Estado, quién les da su apoyo y las toma como herramientas de llegada a sectores carenciados.



Una de las Ong  presente en nuestro país, que trabaja a nivel internacional dentro de América Latina es Un techo para mi País, centrando su labor en la erradicación de los asentamientos; área en la que antes no se había trabajado. 

La Organización nació en Chile en el año 1997, llegando a Uruguay  en el año 2003. Tras la llegada de dos representantes extranjeros de la Ong , un grupo de jóvenes uruguayos  se contagió  con la idea de luchar por esta causa. Su objetivo es, mediante la construcción de viviendas de emergencia y la ejecución de planes de habilitación social para el desarrollo comunitario, poder disminuir la desigualdad social, entendiendo como punto de partida apostar al cambio de esa realidad y darles mejores condiciones de vivienda.     
                                                                      Modo De trabajo


Un techo para mi país a construido en nueve departamentos del Uruguay (Durazno, Lavalleja, Maldonado, Montevideo, Florida, San Jose, Canelones, Paysandu, Salto) en un lapso de 7 años se construyó 1700 viviendas con la ayuda de un total de 10.209 voluntarios de entre 18 y 35 años.

En Uruguay existen 566 asentamientos. Para realizar la construcción se eligen aquellos en los cuales hay un mayor porcentaje de familias que se encuentran con un riesgo habitacional, es decir aquellos hogares cuyos materiales en los cuales están fabricados no son los apropiados. A las familias interesadas en recibir una vivienda se le realiza un seguimiento. Para la elección de aquellas que efectivamente le construiran la vivienda provisoria se tiene en cuenta las condiciones de vida que poseen, como ser el poder económico, grado de hacinamiento, servicios básicos que posee, condición de habitación, discapacidades y enfermedades. La nueva vivienda se construye en el mismo terreno en el cual se encontraba su antigua casa.

Su proyecto no se limita a la construcción de la vivienda de emergencia, sino que engloba varios aspectos de la problemática de los asentamientos. El proceso consta de tres etapas, siendo la primera la construcción de la vivienda, la cual se basa en una estructura de madera prefabricada. Consta de cuatro paredes, techo dispuesto en dos aguas y se construye sobre pilares que tiene la función de aislar la vivienda del piso. Se necesitan de 8 a 10 personas para construirlas y consta de la ayuda de la familia. Están pensadas para realizarlas en una lapso de dos días de trabajo.

En segundo lugar, busca potenciar las habilidades de la comunidad hasta fortalecerlas dándoles la posibilidad y los medios para poder de ser responsables de su propio desarrollo. Esta etapa de habilitación social, trabaja por medio de planes como el de educación, de salud, jurídico, de agricultura urbana, todos con el objetivo de que lleguen a tener mayor confianza en si mismos, en su capacidad de trabajo en equipo y de autogestión.

Finalmente, para las familias que hayan llegado a pasar la etapa de habilitación Social, se busca brindarles esa vivienda definitiva, de solida construcción y que cubra todas sus necesidades así como la construcción de un barrio. Un techo para mi País funciona aquí como nexo entre los beneficiados, el Estado y otras organizaciones para insertarlos en programas de vivienda o en la formación de cooperativas .Se los integra así al marco legal y formal de vivienda.

La financiación de las viviendas se hace por medio de distintas vías: la colecta anual (que en el presente año se recaudaron $7. 383. 431 con los cuales se podrá construir vivienda para 246 familias uruguayas), fondos de organismos internacionales, alianzas con empresas, pero además las familias que reciben las viviendas deben aportar el 10% del costo de esta.

Un techo para mi país busca no solo solucionar la situación de emergencia del hogar, sino que intentan dar herramientas a las familias, por medio de la Habilitación social, para que puedan construir por sus propios medios un futuro mejor, ya que “si su vivienda es precaria su realidad es precaria” (slogan 2010). Se busca luchar por la desigualdad social, y afirman que un Uruguay sin hacinamientos es posible.